Tras la muerte del rey Federico ll, el Papa tomó dominio de la situación en Viterbo y Rosa regresa victoriosa a su ciudad natal.
Porfin regresé a mi amada Viterbo, las cosas ya están calmadas debería intentar ingresar al Convento de Santa María de las Rosas.
Una vez en el convento y después de conversar con las personas de ahí...
Muy bien. Por ahora no me queréis aquí, pero tal vez vuestra reverencia tenga mejor voluntad de recibirme cuando esté muerta.
No podemos aceptarte, No tienes dotes ¡¿De que serviría tenerte aquí?!
¿Cómo es posible que la madre abadesa le haya dicho algo así? ¡Pobre muchacha!
Oh, Rosa lo siento tanto, no pensé que la madre abadesa no te aceptaría, pero no te sientas triste, encontré un lugar cerca de la capilla para que puedas iniciar tu vida religiosa
Después de unos días el párroco del convento se reunió con Rosa.
Párroco muchas gracias, con esta pequeña capilla podre ayudar algunas compañeras a que se unan a la vida religiosa.
Todo iba marchando bien para Rosa pero lamentablemente las monjas de Santa María recibieron una orden del Papa Inocencio IV para que clausuraran la nueva capilla y la casa de Rosa.
Ya fue suficiente con no aceptarla en el convento, esto es mucho...
Son órdenes del Papa, clausuraremos tu capilla.
Madre Abadesa, no es posible, no pueden cerrar la capilla...
Tras el cierre de la capilla de Rosa, ella regresa a la casa de sus padres, ahí continuó haciendo ejercicios de oración y penitencia,atormentando su inocente cuerpo con ayunos, cilicios y disciplinas.
Regresaré a casa
Rosa murió el 6 de marzo de 1252, a la edad de diecisiete años. Fue sepultada en la iglesia de Santa María en Podio, pero el 4 de septiembre de 1258, su cuerpo fue trasladado a la iglesia del convento de Santa María de las Rosas, tal cual como ella se lo había dicho a la madre abadesa.
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