La loba mostró una esponjosa pata blanca y llamó a las cabritas con una voz suave. Las pequeñas abrieron la puerta creyendo que era su madre, pero quien entró fue la loba.
Mami! La loba entró a la casa y se tragó a mis hermanas!
Tenemos que buscar a la loba para rescatarlas
Las cabritas corrieron a la cocina y se escondieron intentando salvarse; sin embargo, la loba fue encontrándolas una a una y se las fue engullendo.
Sí, mami
Hija, tráeme tijeras, aguja e hilo
La loba se comió a todas las cabritas excepto la más pequeña porque no la pudo encontrar. Luego, con el estómago lleno, la loba soltó un eructo, ella estaba un poco avergonzada, es por eso que se sonrojó, después, se fue al bosque a descansar.
Pequeñas, tráiganme algunas piedras para llenar la panza de esta bestia
Cuando mamá cabra llegó a la casa, ella vio la puerta abierta y muchas huellas de lobo pero ella no pudo encontrar a sus hijas. Entonces, la pequeña cabrita salió de su escondite y le contó lo que había pasado. Después, ellas siguieron las huellas de garra de la loba para encontrarla.
Luego de encontrar a la loba durmiendo, ellas vieron que su barriga se movía, y, cuando escucharon que las cabritas pedían ayuda desde el estómago de la loba, la mamá cabra le dijo a la pequeña cabrita que le traiga algunas cosas para abrir la barriguita de la loba y liberar a sus hijas.
Ayuda!
Después de sacar a sus hijas de las entrañas de la fiera, ella les dijo que traigan algunas rocas para rellenar el abdomen de la loba. Finalmente, ella cosió su vientre, mientras sus niñas limpiaban el suelo; y, después, fueron a casa.
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