(Con una sonrisa astuta) Este reloj es especial, joven. Tiene más de cien años de historia. Te lo dejo en $200.
(Sonriendo) ¡Vaya! Este reloj es una verdadera reliquia. ¿Cuánto pides por él?
Vendedor (Jorge): Dueño del puesto, conoce bien el valor de sus artículos y no cede fácilmente.
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Jorge: (Con una sonrisa astuta) Este reloj es especial, joven. Tiene más de cien años de historia. Te lo dejo en $200.
(Sacudiendo la cabeza) No, no. A ese precio, casi lo estaría regalando. Este reloj vale mucho más. Puedo hacer una rebaja, pero $180 es lo más bajo que puedo ofrecer.
¿$200? Me temo que es un poco alto para mi presupuesto. ¿Qué te parece si hablamos de $120?
Luis: (Sonriendo) ¡Vaya! Este reloj es una verdadera reliquia. ¿Cuánto pides por él?
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(Pensativo) Bueno, entiendo que es una pieza especial. ¿Qué tal si llegamos a $140? Es una buena oferta para ambos.
(Suspirando) Eres duro negociando, pero este reloj vale cada centavo. Mira, te lo puedo dejar en $160 y nos damos la mano, ¿qué dices?
(Pausa breve, mirando a Luis) $155 y es tuyo. Pero solo porque has demostrado ser un buen negociante.
(Con una sonrisa) Está bien, $150 y tenemos trato ahora mismo. Sé que puede parecer bajo, pero en este mercado uno tiene que regatear.
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Comprador (Luis): Amante de los objetos antiguos, está interesado en comprar un reloj de bolsillo antiguo.