Hola, el día de hoy les explicaremos sobre la génesis socio-política de la escuela moderna.
La Escuela Moderna fue un centro de enseñanza que existió al comenzar el siglo XX en Cataluña. Fue fundada en 1901 en Barcelona por el pedagogo y librepensador Francisco Ferrer Guardia.
LA ESCUELA MODERNA
Así embarca un proyecto cultural como escuela, editorial y universidad popular. Destacaban las conferencias de ciencias divulgativas "misas de las ciencias"
Ferrer cree que la cultura y la educación como instrumento para acabar los males de la sociedad estatal-capitalista
Su principio esencial permanece: aniquilación de los deseos, las necesidades y voluntades del niño bajo el despotismo del maestro
LA LABOR EDITORIAL
Se crea una serie de libros para uso escolar que respondan a su visión de la ciencia y las humanidades
En el se comentan las ideas fundamentales de la enseñanza racionalista a través de artículos encargados por el editor.
Además hay que considerar la relevancia e interés del Boletín de la Escuela Moderna
La Escuela Moderna como universidad popular
Ferrer cree que la ciencia debe llegar a todos, de ahí que no limite su acción cultural a la infancia sino que trate de expandirla a todas las edades. Para conseguirlo, se rodeó de colaboradores universitarios de prestigio como Odón de Buen o Martínez de Vargas, que trataron diversos temas relacionados con la divulgación de la ciencia en forma de conferencias dominicales.
El problema de la instrucción popular siempre había preocupado a los anarquistas y, precisamente por ello, era un tema recurrente en la Internacional
Ferrer Guardia y el anarquismo
los círculos anarquistas, conociendo a notables militantes cuya influencia fue fundamental para que Ferrer modificara algunas de sus convicciones políticas. Dicho cambio encaminó su activismo hacia el campo de la educación. De esos militantes, debemos destacar las figuras de Paul Robin y la de Piotr Kropotkin
Ni exámenes, ni premios, ni castigos
La Escuela Moderna, queriendo construir una educación igualitaria a imagen de la sociedad que pretende edificar no podía introducir entre sus principios las calificaciones y condecoraciones tan frecuentes en la enseñanza tradicional, ya que con ello, crearía una nueva forma de jerarquía. Por eso, una alumna se siente segura al afirmar: La mejor recompensa es el saber; no necesito premio, porque soy bastante para aplicarme. Para mí, no deberían darse los premios, porque los niños estudian sólo por ellos, y después porque unos tienen y otros no