Un hombre se encaminaba hacia la hacienda de quién sería su patrón, pues iba en busca de trabajo, para servir de pongo.
El patrón era desalmado, pues siempre ridiculizaba y humillaba al pequeño pongo que tenía por sirviente.
Buen día patrón, estoy a sus órdenes.
¿En serio te crees capaz de servirme? Eres tan poca cosa.
El pongo a pesar de ser pequeño, cumplía con que le ordenaban. Pero los demás sirvientes no se compadecían de él.
Pongo miserable
¡A ver!, por lo menos sabrá lavar ollas, siquiera podrá manejar la escoba, con esas manos que parece que no son nada.
¡LLÉVATE ESTA INMUNDICIA!
Este hombrecito, era de cuerpo escuálido, mirada cansada y ojerosa, rostro decaído; y sobre todo con una actitud sumisa y miedo ante las órdenes.
En aquella hacienda, eran pocos los que se apiadaban de pongo, uno de ellos era la cocinera.
Huérfano de huérfanos; hijo del viento de la luna debe ser el frío de sus ojos, el corazón pura tristeza
Aquel desprecio hacia el pongo se debía a que al patrón le causaba repulsión y enojo su actitud, que siempre sea tan temeroso, su haraposa apariencia y que nunca hable.
Al anochecer, todos se reunían para rezar y el patrón martirizaba al pongo delante de todos.
Creo que eres perro. ¡Ladra!
Arrodillándose y humillándose, el pongo le besó las manos al patrón y siguió al mandón hasta la cocina.
Era una tarde, en el rezo. Cuando el patrón miró al pongo y este sorpresivamente habló, aún asustado.
¿Qué? ¿Tú eres quien ha hablado u otro?
El pongo siempre trabajaba callado; comía en silencio sin molestar a nadie. Y respondía a los mandatos murmurando Sí, papacito; sí, mamacita.
Y así, continuó todos los días. El patrón hacía revolcarse al pobre pongo. Lo obligaba a reírse, a fingir llanto y muchas cosas más, solo para humillarlo ante todos.
¡Ponte en cuatro patas!
¡Vizcacha eres!
El patrón aún un poco estupefacto, le concedió el permiso al pongo para que hable.
Gran señor, dame tu licencia; padrecito mío, quiero hablarte
Está bien, habla… si puedes
Over 30 Million Storyboards Created
No Downloads, No Credit Card, and No Login Needed to Try!