Pero a veces pienso en cada casa hay algún muerto... Allí en otra calle, al otro lado del río... Todas las mujeres se han quedado ahora sin hombres; los hombres han muerto.
Aunque también, si piensa uno de quedarse solo los hombres, tampoco seria bueno...
Dios se lleva antes a los hombres. ¿Por qué razón, me pregunto?
Y beben, hija mía, beben... De tristeza beben. Porque, ¿quién quiere morir?
Cuando alguien muere, ¡sientes una tristeza! Y no encuentras consuelo. Nadie ni nada te puede consolar.
Beben y charlan... Se devanan los sesos. Beben, ríen y ¡zas! otro que se ha ido.
Nuestras mujeres, cariño, están todas vacías, a algunas les han cortado lo que tienen de mujer. No todas han llegado a parir...
Todos sueñan con una muerte llevadera. Pero, ¿cómo merecerla? Solo el alma vive, hija mía.
En cuanto lo pienso... Y todo ha pasado en un suspiro... ¿Y qué más le puedo añadir? Hay que vivir... Y no hay más...
Las cosas han cambiado tanto cariño, por ejemplo, con mi madre las judías verdes las cocíamos en la olla en el horno, también hacíamos jalea de bayas rojas, y durante la guerra recogíamos ortigas y armuelle...
El hambre nos hinchaba el cuerpo pero no nos moríamos... Recogíamos bayas en bosque, setas...
Y ahora ya ve qué vida; todo esto se ha ido al traste. Y nosotros que nos creíamos que todo esto era indestructible.
Nadie te dice nada. Hasta a Dios le rezan, pero a él no le preguntan... ¡Porque hay que vivir...!
Nunca me hubiera creído que todo cambiaría. Pero así son las cosas...
Over 30 Million Storyboards Created
No Downloads, No Credit Card, and No Login Needed to Try!