Abundaron profetas que anunciaron la destrucción del mundo y el juicio final. Los sueños de las románticas eran intranquilos porque al siguiente día, muy temprano, tendrían que rendir confesión ante el director espiritual, casi siempre un cura gordo, que las habría de asustar con el pecado y la maldición eterna.
¿Creen que realmente todo esto pueda suceder de repente? ¿Qué nos espera en los próximos años?
Dicen que el fin del mundo está cerca. Los profetas han estado anunciando la destrucción y el juicio final.
Mis sueños están plagados de inquietud. Mañana temprano, tengo que confesar mis pecados ante el director espiritual. ¡Qué miedo!
Dicen que la Presidencia de Flores ha sido tranquila, pero ¿realmente ha sido así? La clase feudal sigue teniendo el poder en sus manos.
Parece que nada cambiará. Los mismos privilegios persisten, y los líderes políticos no hacen nada al respecto.
El clero sigue siendo una influencia dominante en nuestra sociedad. Y las injusticias persisten, especialmente para los menos privilegiados.
El sentimiento de culpa me consume. La educación convencional nos ha atormentado a todas. No puedo evitar sentirme un poco nerviosa en estos bailes de etiqueta.
Pero nosotros podemos hacer algo al respecto. Debemos unirnos y luchar por un cambio real en nuestra sociedad.
El debate continúa en el salón, con voces que expresan esperanza, desilusión y determinación. Mientras tanto, afuera, la noche cae sobre la ciudad, envolviendo todo en un aura de incertidumbre y expectativa.