Después de que el Rey Alfonso decidió desterrar a Mio Cid, Álvar Fáñez, primo del Cid, se compromete a acompañarlo en su huida junto con otros caballeros leales al Cid, por eso, el Campeador le dice:
¡Ánimo, Álvar Fáñez, ánimo, de nuestra tierra nos echan, pero cargados de honra hemos de volver a ella!
El Cid y sus caballeros tienen su primera batalla con los moros de Castejón. Ganan la batalla y obtienen muchas ganancias:
¡Ganaremos esta batalla, el Señor está con nosotros!
Después de que el Cid gana la batalla contra el Conde de Barcelona, lo capturan y lo tienen como prisionero, y aunque le daban comida, el Conde Don Ramón no quiere comer, por lo que el Cid le dice para convencerlo:
No comeré, prefiero morir de hambre
Don Ramón, comed por favor, si lo hacéis, te liberaré junto con dos caballeros más y seréis libres
Después de tres años de conquistar toda Valencia, el Cid toma posesión de todo y nombra a Don Jerónimo el obispo de Valencia:
A partir de hoy, eres el obispo de Valencia la mayor
Gracias Señor por esta oportunidad. No te defraudaré...
Álvar Fañez Minaya va donde el rey dándole los regalos del Cid y pidiéndole que lo perdone y deje salir a sus hijas de Castilla para que estén con él:
Rey Alfonso, le pido que deje a las hijas del Cid y a su esposa salir de Castilla e ir a Valencia con él
Está bien, acepto, y también, perdono al Cid
El Rey casa a las hijas del Cid, Doña Elvira y Doña Sol, con los infantes de Carrión, Don Diego y Don Fernando: