¡Que raro! aquella casa siempre esta cerrada y sólo por las tardes se abre esquivamente para dar entrada a un sirviente, hombre de edad, que llevaba a su amo, en dos garrafas, lo que había conseguido, yendo de casa en casa.
aquel hombre sufre de una enfermedad extraña, que sólo con lágrimas ajenas se podría aliviar.
se compran lagrimas
Mi amo estará encantado cuando tome estas lagrimas
es un sabio que trataba de fabricar, con lágrimas, el elixir de la vida.
¡mira! al padre esta llorando, debemos recoger sus lagrimas para venderlas, es nuestra oportunidad.
Esto fue lo que conseguí para usted en el pueblo.
cuando termine debemos de ir por ellas.
“¿Cuándo tendremos lágrimas para venderlas y comprar frutas?”
Se compran lagrimas
Ese misterioso personaje sabía cuáles venían de ojos de mujer, por lo insípidas y múltiples; distinguía fácilmente las lágrimas del niño, por lo castas y suaves. Pero las que más apreciaba no eran las lágrimas de mujer ni las lágrimas de niño ni las lágrimas de viejo, sino las lágrimas amarguísimas y benéficas de madre. Esas le calmaban su sed misteriosa y le hacían un bien intenso. Le parecía a él que tenían todo el jugo del alma, y eso era lo que él buscaba.
He bebido de las lágrimas más exquisitas que se producen en la Tierra; lágrimas tan finas y tan añejas como las lágrimas de las madres dolientes. Soy un gran catador.