Ante la ley hay un guardián. Un campesino se presenta Ante la ley hay un guardián. Un campesino se presenta frente a este guardián.
Buen dia, solicito me permita entrar en la ley
Por ahora no puedo dejarlo entrar
¿Más tarde me dejarán entrar?
Ante la ley hay un guardián. Un campesino se presenta El hombre reflexiona y luego pregunta
Tal vez... pero no por ahora
Si tu deseo es tan grande haz la prueba de entrar a pesar de mi prohibición. Pero recuerda que soy poderoso. Y sólo soy el último de los guardianes. Entre salón y salón también hay guardianes, cada uno más poderoso que el otro. Ya el tercer guardián es tan terrible que no puedo mirarlo siquiera.
Cuando el guardián se hace a un lado, el hombre se inclina para espiar. El guardián lo ve, se sonríe y le dice
El campesino no había previsto estas dificultades; la Ley debería ser siempre accesible para todos, piensa, pero al fijarse en el guardián, con su abrigo de pieles, su nariz grande y aguileña, su barba negra de tártaro, rala y negra, decide que le conviene mas esperar. El guardián le da un escabel y le permite sentarse a un costado de la puerta.Allí espera días y años. Intenta infinitas veces entrar y fatiga al guardián con sus súplicas.
Puedes sentarte si deseas
Con frecuencia el guardián conversa brevemente con él, le hace preguntas sobre su país y sobre muchas otras cosas; pero son preguntas indiferentes, como las de los grandes señores, y, finalmente siempre le repite que no puede dejarlo entrar.
¿Y puedo entrar?
No puedo dejarlo entrar.
Durante esos largos años, el hombre observa casi continuamente al guardián: se olvida de los otros y le parece que éste es el único obstáculo que lo separa de la Ley.Ya le queda poco tiempo de vida.Hace señas al guardián para que se acerque, ya que el rigor de la muerte comienza a endurecer su cuerpo.
Todos se esfuerzan por llegar a la Ley, ¿Cómo es posible entonces que durante tantos años nadie más que yo pretendiera entrar?
¿Qué quieres saber ahora?Eres insaciable.
Nadie podía pretenderlo porque esta entrada era solamente para tí. Ahora voy a cerrarla.