Qué día tan aburrido. Quizás planee una salida con mis cuatachos hoy.
Cuando llegue a casa hablaré con mis compinches, a ver qué se arma...
Voy a llamarle a mi tocayo, para ver que opina de mi idea.
Benitín salía de un exhausto día escolar, había visto tantas cosas en un solo día y quería relajar la mente.
¡Jajaja, claro! ¡También podemos invitar a Ricardo, a tu hermano y a Cristian!
Benitín toma el autobús y se dirige a su casa.
¡Ajá! Mira lo que encontré. Podemos ir a esta convención, o ir a comer a este lugar, o también...
Benitín usa la tecnología para hacer una llamada telefónica al otro Benitín, para planear una salida con sus amigos.
Mira, nunca vamos a llegar a una conclusión. ¿Qué tal si todos vienen a mi casa, y hacemos una coperacha para comprar una pizza o algo así?
Benitín le propone hacer una salida a su tocayo. Los 2 Benitín no llegan a un acuerdo con respecto al lugar de encuentro.
Con ayuda de la tecnología, el otro Benitín le envía la ubicación de varios lugares y eventos para asistir ese mismo día.
Benitín, buscando una respuesta definitiva, le propone a su cuate una reunión más tranquila; pero que al fín y al cabo seguirá siendo igual de divertida.