En un lejano reino, había un pequeño dragón llamado Fuego. A diferencia de los demás dragones, Fuego no quería pasar sus días asustando a los aldeanos ni quemando pueblos. En cambio, soñaba con convertirse en un poeta y escribir versos sobre el amor y la amistad.
POEMAS
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Un día, mientras volaba por el bosque, Fuego escuchó el llanto de una princesa atrapada en la torre de un castillo. Sin dudarlo, voló hacia la torre y con su aliento cálido derritió las barras de hierro que la retenían prisionera. La princesa, sorprendida por la valentía y bondad del pequeño dragón, le agradeció con un abrazo. A partir de ese momento, Fuego y la princesa se convirtieron en grandes amigos, y juntos emprendieron aventuras por el reino, demostrando que la amistad puede surgir en los lugares más inesperados.
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TE QUIERO FUEGO, ERES MI MEJOR AMIGO
Y así, el pequeño dragón Fuego encontró en la amistad y el valor el verdadero significado de su vida, demostrando que no importa el tamaño ni la apariencia, lo que realmente importa es el noble corazón que late en su interior.