El teatro contemporáneo engloba toda la producción dramática del sigloXX.
Con el declive de la aristocracia y el auge de la burguesía, surge un nuevo público para el teatro, que demanda temas y formas distintas al melodrama (que hasta entonces triunfaba en los escenarios).
Por si fuera poco, el mundo se ve sacudido por dos guerras mundiales, que obligaron a muchos dramaturgos a tomar un punto de vista más social o político en sus obras.
Las teorías varían mucho según la época y el país, pero hay una regla común a todo el teatro contemporáneo: se acabaron las normas del pasado.
Con todo lo que estaba ocurriendo en el mundo artístico, era inevitable que surgieran nuevas voces en la dramaturgia y la dirección: Peter Brook, Bob Wilson, Els Joglars o La fura dels Baus comienzan a buscar formatos nuevos, sin atarse a ninguna teoría en particular. Sus carreras están marcadas por el eclecticismo y siguen sorprendiéndonos.
Con todo lo que estaba ocurriendo en el mundo artístico, era inevitable que surgieran nuevas voces en la dramaturgia y la dirección: Peter Brook, Bob Wilson, Els Joglars o La fura dels Baus comienzan a buscar formatos nuevos, sin atarse a ninguna teoría en particular. Sus carreras están marcadas por el eclecticismo y siguen sorprendiéndonos.