señor Quijana¿Está usted herido?Acaso perdió el juicio
Está loco,Usted no es ningún personaje de los que cita
Tras haber sido apaleado por el mozo, don Quijote no sabe qué hacer, pero entonces se acuerda de un episodio parecido en una novela de caballerías y comienza a revolcarse en la tierra y recitar los mismos versos que dice el protagonista de dicha escena
¡Yo sé quien soy y de lo que soy capaz!
Mientras tanto, pasa un labrador que es un vecino suyo, pero don Quijote lo confunde con un personaje de un libro de caballerías, y sigue con su romance. Su vecino lo reconoce como el señor Quijana y le quita la armadura para ver si está herido
Lo levanta y lo lleva al pueblo. Por todos los disparates que don Quijote sigue diciendo, comienza a sospechar que ha perdido el juicio y trata de corregirle cuando le dice que no es ninguno de los personajes que cita y que él no es un caballero andante sino el señor Quijana
Tendré que contarles el estado de Quijote, solo dice disparates
A esto le responde don Quijote: Yo sé quién soy [...] y sé que puedo ser no sólo los que he dicho, sino todos los doce Pares de Francia, y aun todos los nueve de la Fama, pues a todas las hazañas que ellos todos juntos y cada uno por sí hicieron, se aventajarán las mías
Cuando el vecino lo trae a su casa, allí encuentra al barbero, al cura, al ama y a la sobrina, quienes creen que don Quijote se ha vuelto loco por leer tantos libros de caballerías y que deben quemar sus libros.
Don Quijote les dice que viene mal herido (pero no le encuentran heridas), por lo que lo llevan a su cama. El vecino les cuenta el estado en que lo encontró y los disparates que decía.