Hermanos judíos y todos aquellos que viven en Jerusalén, escuchen con cuidado porque tengo algo que decirles. Estos no están borrachos como ustedes piensan, porque son apenas las nueve de la mañana. Pero el profeta Joel dijo esto sobre lo que está pasando ahora
Dios dice: En los últimos días, derramaré mi Espíritu sobre toda la humanidad. Los hijos e hijas de ustedes profetizarán. Los jóvenes tendrán visiones, y los ancianos tendrán sueños. En esos días derramaré mi Espíritu sobre mis siervos, hombres y mujeres, y ellos profetizarán. Les mostraré maravillas en el cielo y señales milagrosas en la tierra: habrá sangre, fuego y mucho humo. El sol se oscurecerá, y la luna se convertirá en sangre. Entonces vendrá el día grande e impresionante del Señor. Todo el que confíe en el Señor, será salvo.