Apego ansioso: los niños con este tipo de apego les incomoda la presencia de extraños, lloran ante la ausencia de sus progenitores y, cuando estos regresan, no siempre se calman e incluso los rechazan.
Apego seguro: Se forma cuando la madre, el padre o persona cuidadora está totalmente atento a las necesidades básicas y de afecto de la niña o niño.
¡Nooo.... mamá, por favor quédate!
¡Ve y disfruta! estaré cerca, por si me necesitas. Te quiero.
¿Mamá, puedo ir a jugar?
¡Samuel hijo, entra por favor!
El apego evitativo en los niños puede definirse como una supresión de emociones por parte del infante, quien considera que no recibe la atención o la respuesta esperada por parte de sus padres o de las figuras encargadas de su cuidado. A partir de allí, mantienen una posición de autosuficiencia e independencia con respecto a la necesidad de atención o vínculos externos, incluido el amor.
Ahora no hijo, estoy haciendo tik toks
Mejor hago yo solo
Mamá, ¿puedes ayudarme con mis tareas?
Quisiera darle un abrazo a mamá
Apego inseguro desorganizado: En este estilo de apego, el menor se cría en un ambiente hostil, caracterizado por la agresividad y la amenaza, la falta de respeto, un maltrato físico y psicológico. Es una experiencia sostenida en el tiempo que provoca un gran desequilibrio en el niño/a.