Ay te dejo los huesos. Un día apreciarás mi ayuda.
Adquiriendo una llave duplicada del arcaz y desmigajando el pan
¿Tendrá semitas?
Definitivamente soy un arcaz
Otro día pareciéndome estar allí seguro, fui a un lugar que llaman Maqueda, adonde me toparon mis pecados con un clérigo que, al verme pedir limosna, me preguntó si sabía ayudar a misa. Yo dije que sí...el clérigo me recibió por suyo (Pa. 102).
El clérigo daña a Lázaro pensando que había dañado al raton
¡¿Estas muerto?! ¡¿Y el ratón?!
Comía los ojos y la lengua y el cogote y sesos y la carne que en las quijadas tenía, y me daba todos los huesos roídos...Al cabo de tres semanas que estuve con él sentía tanta flaqueza...Vi claramente que me iba a la sepultura (Pa. 103).
Los vecinos ayudan a curar Lazaro
Tíop, he perdido una llave de este arcaz, y temo mi señor me azote...veáis si...traéis hay alguna que le vaya bien dándome mi llave, se fue muy contento, dejándome más a mí...Y comienzo a desmigajar el pan (Pa. 105- 106).
El clérigo se despide de Lázaro y lo deja ir
Ya no te aguanto. Ya me acordé porque no tengo hijos.
Con toda su fuerza me descargó en la cabeza un golpe tan grande, que sin ningún sentido y muy mal descalabrado me dejó...encontró mucha sangre que chorreaba, y comprendió el daño que me había hecho (Pa. 110).
*sangre*
*sangre*
Entró una vieja que ensalmaba, y los vecinos; y comienzan a quitarme los trapos de la cabeza y a curarme el garrotazo...Ahí tornaron de nuevo a contar mis cuitas...diéronme de comer, pues estaba transido (Pa. 111).
Lázaro, de hoy en adelante eres tuyo y no mío. Busca amo y vete con Dios (Pa. 111).