Dios ha enviado sobre Su Majestad un espíritu malo, y le está haciendo mucho daño. Mande usted a buscar a alguien que sepa tocar el arpa. Así, cuando venga ese mal espíritu, el músico tocará y usted se sentirá mejor.
Busquen a alguien que toque bien el arpa, y tráiganmelo.
Yo conozco a uno. Se llama David, y es hijo de Jesé, el que vive en Belén. David toca muy bien el arpa, y es también un guerrero muy valiente; además, sabe hablar bien y es muy bien parecido. ¡Y Dios siempre lo ayuda!
Mándenle un mensaje a Jesé de mi parte!!
Saúl te envío este mensaje: Envíame a tu hijo David, el que cuida las ovejas.
Dios abandonó a Saúl y un mal espíritu comenzó a atormentarlo.
Saúl manda a buscar a un tal David, hijo de Jesé.
Estoy muy contento con David. Ojalá que se quede conmigo, para que sea mi ayudante.
Saúl manda a buscar a David, hijo de Jesé.
Jesé manda David al palacio con un burro cargado con pan, un recipiente de cuero lleno de vino y un cabrito.
Saúl toma a David como uno de sus ayudantes.
Siempre que el espíritu malo atacaba a Saúl, David tocaba el arpa; entonces el espíritu malo se alejaba y Saúl se sentía aliviado.