Por favor, solo necesito un teléfono. No le causare molestias.
Está bien. Adelante.
No me gusta esto para nada, pero espero encontrar un teléfono o un lugar seguro.
María de la Luz Cervantes era una joven que conducía hacia Barcelona pero en su camino, sufrió un choque.
Jaja, excusas nada mas. He escuchado cosas más creíbles en el pasado. Nadie puede salir de aquí a menos que este sano.
Queriendo avanzar, se encontró con un autobús. Ella le pidió que la lleve, que solo necesitaba hablar por teléfono para avisarle a su marido lo sucedido.
¿¡Pero qué rayos!?
Dentro del autobús, habían varias mujeres, al parecer dormidas. Por alguna razón, María también cayó en un sueño profundo.
María despertó en un sanatorio psiquiátrico. Enseguida empezó a pedir ayuda para que la sacaran de ahí o que al menos le permitiesen una llamada. Después de un tiempo le permitieron que enviara una carta a su esposo.
¡Créame por favor!, Yo no pertenezco aquí. Tengo un marido quien me espera y debe estar preocupado. Por favor, permítame hacer una llamada.
Cuando su esposo llega, comenta que su mujer en realidad está demente dejándola sola por su cuenta en el sanatorio. Con el paso del tiempo, su esposo ya no la visitaba y su relación murió.
Jeje, llévesela. Ella está loca y no le haría mal quedarse aquí.
Desde ese entonces, María desapareció y no se supo nada más de ella.
FIN
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