Juvencio le pide a su hijo que hable con el sargento para que le perdone la vida.
¡Díles que no me maten, Justino! Anda, vete a decirles eso. Que por caridad. Así díles.
¡No puedo! Hay allí un sargento, que no quiere oír hablar nada de ti.
Juvencio le ruega a su hijo que lo ayude.
Ve donde al sargento que te deje ver al coronel. Y cuéntale lo viejo que estoy.
–La Providencia, Justino. Ella se encargará de ellos. Ocúpate de ir allá y ver qué cosas haces por mí. Eso es lo que urge.
Voy, pues. Pero si de perdido me afusilan a mí también, ¿quién cuidará de mi mujer y de los hijos?
Comenzó a recordar lo sucedido…
Quién le iba a decir que volvería aquel asuntotan viejo, tan rancio, tan enterrado como creía que estaba.
Al que él, tuvo que matar por eso; por ser el dueño de la Puerta de Piedra y que,siendo también su compadre, le negó el pasto para sus animales.
Justino no quiere ir por temor a que lo fusilen.
Y yo echaba pal monte, entreverándomeentre los madroños y pasándome los días comiendo sólo verdolagas. A veces teníaque salir a la medianoche, como si me fueran correteando los perros.
Justino acepta, y va a donde el sargento con temor.
Habían traído de allá, de Palo de Venado.
¿Conociste a mí padre?
Esto pasó hace treinta y cinco años, pormarzo, porque ya en abril andaba yo en el monte, corriendo del exhorto.
El sargento mando a fusilar a Juvencio por haber matado a su padre.
Tu nuera y los nietos te extrañarán. Te mirarán a la cara y creerán que no eres tú. Se les afigurará que te ha comido el coyote, cuando te vean con esa cara tan llena de boquetes por tanto tiro de gracia como te dieron.
Habían ido por él, cuando no esperaba ya a nadie, confiado en el olvido en que lo tenía la gente; creyendo que al menos sus últimos días los pasaría tranquilo.
Caminó entre aquellos hombres en silencio, con los brazos caídos. La madrugada era oscura, sin estrellas.
Mi sargento, aquí está el hombre.
Sí..
Tú fuiste el que mataste a mi papá. No puedo perdonarte que sigas viviendo. No debiste haber nacido nunca.
Justino fue a recoger el cuerpo de su padre y se llevo de vuelta a Palo de venado.