Espero que no quede idiota al igual que sus hermanos
Nació éste, y su salud y limpidez de risa reencendieron el porvenir extinguido. Pero a los 18 meses las convulsiones del primogénito se repetían, y al día siguiente amanecía idiota. Esta vez los padres cayeron en honda desesperación.
Los 4 hermanos idiotas cuando veían colores brillantes u oían truenos se reían entonces, echando afuera lengua y ríos de baba, radiantes de frenesí bestial. Con los mellizos pareció haber concluido la aterradora descendencia. Pero pasados tres años desearon de nuevo ardientemente otro hijo, confiando en que el largo tiempo transcurrido hubiera aplacado a la fatalidad
jajajajaja
De nuestros hijos, ¿me parece?
Me parece que podrías tener más limpios a los muchachos.
Iniciáronse con el cambio de pronombre: tus hijos. Y como a más del insulto había la insidia, la atmósfera se cargaba.
Es la primera vez que te veo inquietarte por el estado de tus hijos.
Bueno; de nuestros hijos. ¿Te gusta así?
Este fue el primer choque y le sucedieron otros. Pero en las inevitables reconciliaciones, sus almas se unían con doble arrebato y locura por otro hijo.
¿Creo que no vas a decir que yo tenga la culpa, no?
¿Qué, no faltaba más?
Iniciáronse con el cambio de pronombre: tus hijos. Y como a más del insulto había la insidia, la atmósfera se cargaba.
¡Que si alguien tiene la culpa, no soy yo, entiéndelo bien! Eso es lo que te quería decir.
¡Ah, no! ¡pero yo tampoco, supongo!...
¡No faltaba más!..
Nació así una niña. De este modo Bertita cumplió cuatro años, y esa noche, resultado de las golosinas que era a los padres absolutamente imposible negarle, la criatura tuvo algún escalofrío y fiebre. Y el temor a verla morir o quedar idiota, tornó a reabrir la eterna llaga.
No, por favor que no quede idiota como sus hermanos
Amaneció un espléndido día, y mientras Berta se levantaba escupió sangre. Las emociones y mala noche pasada tenían, sin duda, gran culpa. Mazzini la retuvo abrazada largo rato, y ella lloró desesperadamente, pero sin que ninguno se atreviera a decir una palabra